Maremotos levanto para bordarlos alrededor de tus negros

Piérdeme.
Te lo ruego.
En las ondas de ese mirar tuyo
piérdeme.
Porque estoy rozando la perdición por ti
en medio de un meridiano con latitud infinita
piérdeme y no me encontraré
sino que
por regalarte por siempre sorpresa
como enana blanca te aguardaré
anhelando arriegues el destino rozándome
así te convierta en supernova el asombro ...
como nebulosa te dejaré alcanzarme
en ese oculto púlsar palpitante
que tú me engendraste
sin pretenderlo
en el mismisimo primer instante
que tu imagen me desvelaste ...
como arco de choque te tomaré
por los sueños acelerarte
en deseos
así cates la travesía
como intangible rayo cósmico cruzandome.

Piérdeme
Te lo suplico.
En las ondas de tus susurros callados
piérdeme.
Porque estoy rayando la locura por ellos
en medio de estruendosos silencios solitarios
piérdeme y no me alejaré
sino que
como océano
te cubriré
hasta la zozobra con mis aguas desbordarte ...
como cenizas
me esparciré
hasta la última estepa de tu piel acariciarte ...
como huracán
te cercaré
hasta en jadeos a mi paso tus vientos levantarte ...
como incendio
me recibirás
hasta cada brizna de los bosques que me entregues arderte.

Piérdeme
Te lo imploro.
En las ondas de tus más utópicos espejismos
piérdeme.
Porque estoy sedienta de sus perfumes inexplorados
en medio de una tramontana sin rosa de los vientos
piérdeme y no me demoraré
sino que
sobre ti el manantial finito de mi tiempo verteré
en gotas como segundos
por la garganta de tus ensueños en adagio deslizaré ...
figuras donde hubo fisuras forjaré
a imagen y derrota de tu pasión izada ...
todos tus buques con velas blancas arbolaré
de escarlata cubiertas de besos
por darlas sustento en singladura no sosegada
así te me pierdas
eternamente
en mí extravío.